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Guardería ¿sí o no?
El dilema de la guardería: ¿Es mejor para los bebés quedarse en casa o ir a la guardería?
La decisión de llevar a nuestro bebé a la guardería o quedarnos en casa con ellos es uno de los dilemas más comunes a los que nos enfrentamos hoy en día todos los padres y madres. Cuando se acerca el momento te das cuenta de que tu bebé es aún un ser pequeño, indefenso, que no se ha separado de ti en todo este tiempo y que te necesita absolutamente para todo, que solo piensas en cómo va a estar tantas horas sin ti si tú eres la única que sabe qué necesita en cada momento. Algunas madres llegamos incluso a plantearnos dejar de trabajar o dejamos de hacerlo con tal de no tener esa sensación de abandonarlos a su suerte.
A veces las circunstancias no nos dejan elegir y las dudas y miedos nos empiezan a rondar la cabeza: ¿estará llorando todo el tiempo? ¿lo atenderán bien o lo dejarán llorar desconsolado hasta que yo llegue a rescatarlo? ¿Cómo va a estar tanto tiempo sin su teti y sin el calor de sus papis si en casa no lo puedo soltar ni cinco minutos? Y nos empezamos a sentir malas madres, es casi inevitable.
Muchos padres y madres nos acercamos a revisar las posibles opciones de guardería mirando hasta el último detalle que haya dentro para ver si su bebé puede estar realmente bien en ese sitio, si estará a salvo y protegido. Nuestros sentidos se agudizan más que nunca para realizar un escáner completo del lugar y sus posibles peligros para nuestros niños porque, obviamente, queremos lo mejor para ellos.
En otros casos, aunque no trabajemos necesitamos tener ese rato a solas, ya que nosotras, como mujeres, llegamos a perder nuestra identidad tras el parto para pasar a ser solo madres. No es que nos olvidemos de nosotras, recordamos perfectamente cómo éramos antes de todo, pero no tenemos tiempo o lo sacrificamos por ellos. Y sí, necesitamos esas horas: para dormir, para ducharnos sin prisa, para trabajar, para ver la tv, para hacer deporte o lo que nos dé la real gana. Y esto nos hace volver a sentir egoístas y malas madres. Porque reconozcámoslo, ya no es que nos exija esta sociedad, es que nos exigimos nosotras mismas para cumplir con los estándares que teníamos antes de ser madres, sin saber apenas de qué iba el tema.
Llegado el momento esta elección que conlleva numerosos factores emocionales, financieros y de desarrollo infantil. A medida que navegamos por este dilema, surge la pregunta: entonces ¿es mejor para nuestros bebés quedarse en casa con un cuidador o ir a la guardería?
Para nosotras los beneficios de la guardería están bastante claros:
1. Socialización temprana: La guardería puede proporcionar a los bebés oportunidades valiosas para interactuar con otros niños de su edad. Estas interacciones tempranas fomentan el desarrollo de habilidades sociales cruciales, como compartir, tomar turnos y comunicarse.
2. Estimulación educativa: Las guarderías suelen ofrecer actividades estructuradas que promueven el desarrollo cognitivo y físico de los bebés. Desde actividades sensoriales hasta juegos dirigidos, los bebés pueden beneficiarse de un entorno estimulante que fomente su curiosidad y aprendizaje.
3. Preparación para la escuela: La exposición temprana a un entorno escolar puede facilitar la transición a la educación formal más adelante. Los bebés que asisten a la guardería pueden desarrollar habilidades de adaptación y rutinas que les resultarán útiles cuando ingresen al jardín de infancia.
4. Desarrollo del lenguaje: La interacción con otros niños y adultos en la guardería puede promover el desarrollo del lenguaje en los bebés. Escuchar y participar en conversaciones, canciones y cuentos puede enriquecer su vocabulario y habilidades lingüísticas.
Aunque dejarlos en casa también tiene sus beneficios:
1. Vínculo emocional fuerte: Quedarse en casa con un cuidador puede fortalecer el vínculo entre el bebé y sus padres o cuidadores primarios. La atención individualizada puede proporcionar una sensación de seguridad y comodidad para el bebé, lo que contribuye a su bienestar emocional.
2. Menor exposición a enfermedades: Los bebés que se quedan en casa pueden tener menos exposición a enfermedades contagiosas que son comunes en entornos grupales como la guardería. Esto puede reducir el riesgo de enfermedades recurrentes y ausencias por enfermedad.
3. Flexibilidad y control: Quedarse en casa puede ofrecer a los padres una mayor flexibilidad en cuanto a horarios y rutinas. Pueden adaptar el cuidado del bebé según las necesidades individuales de la familia y tener un mayor control sobre la calidad del cuidado que reciben sus hijos.
4. Reducción del estrés parental: Para algunos padres, la idea de dejar a su bebé en la guardería puede generar ansiedad y estrés. Quedarse en casa puede brindarles tranquilidad al saber que están presentes para cuidar y atender las necesidades de su hijo en todo momento.
Consideraciones finales:
La decisión de enviar a un bebé a la guardería o quedarse en casa es altamente personal y depende de las circunstancias únicas de cada familia. Es importante evaluar cuidadosamente los beneficios y desafíos de cada opción y considerar factores como las necesidades emocionales del bebé, la situación financiera de la familia y las opciones de cuidado disponibles.
En última instancia, lo más importante es tomar una decisión que promueva el bienestar y el desarrollo saludable del bebé, ya sea a través de la socialización y estimulación proporcionadas por la guardería o del cuidado amoroso y personalizado en el hogar.